La caída de AWS paraliza Internet: qué pasó y por qué afectó a Netflix, Microsoft y Fortnite

 

La mañana de este lunes 20 de octubre, el mundo digital amaneció en pausa. Miles de usuarios comenzaron a notar que sus aplicaciones favoritas no cargaban: Netflix no reproducía contenido, Fortnite los expulsaba de las partidas, Alexa no respondía y Microsoft Outlook simplemente se negaba a conectarse.
La razón detrás de todo: una caída masiva en Amazon Web Services (AWS), la infraestructura en la nube más grande del planeta.

El corazón de Internet falló

AWS, propiedad de Amazon, no solo impulsa los servicios de su propia compañía: sustenta buena parte de Internet moderno. Desde redes sociales y plataformas de streaming hasta sistemas corporativos y videojuegos en línea, todo depende —en mayor o menor medida— de sus centros de datos.

El fallo se originó en las instalaciones de Virginia del Norte (EE. UU.), una de las más grandes y antiguas del conglomerado. Según la compañía, el incidente comenzó cuando un problema en la comunicación interna afectó a Amazon DynamoDB, una base de datos crítica que sirve de soporte a decenas de servicios globales.
Esto generó un efecto dominó: solicitudes acumuladas, servicios lentos, interrupciones totales y millones de usuarios sin acceso.

Qué servicios se vieron afectados

AWS reportó más de 58 servicios comprometidos durante las primeras horas del incidente.
Entre los más afectados:

Netflix: fallos para iniciar sesión y reproducir contenido.
Fortnite: más de 5.000 reportes de caída de servidores.
Microsoft 365: problemas en Outlook, Word, OneDrive y Teams, con miles de usuarios sin poder conectarse.
Facebook, Snapchat y YouTube: dificultades para cargar contenido y reproducir videos.
Google: curiosamente, también presentó más de 140 fallas relacionadas con sus servicios.
PlayStation Network, Roblox, Pokémon y Clash Royale: desconexiones y errores en línea.

En plataformas como Downdetector, los picos de reportes se dispararon entre las 4:00 y las 8:00 de la mañana, dejando claro el alcance global del apagón digital.

Recuperación parcial y advertencias

Hacia el mediodía, AWS informó haber restaurado la mayoría de sus servicios, aunque advirtió que algunos usuarios podrían seguir experimentando fallos intermitentes debido al “acumulamiento de solicitudes en cola”.
En palabras oficiales:
“La mayoría de los servicios ya se han recuperado, pero seguimos trabajando en múltiples vías paralelas para garantizar una restauración completa”.

A pesar de los esfuerzos, la afectación se sintió en todos los continentes. Desde usuarios domésticos que no podían ver una serie hasta grandes corporaciones que vieron suspendidas operaciones críticas por horas.

Lo que revela este apagón

Más allá del susto, este incidente deja una reflexión clara: nuestra vida digital está concentrada en muy pocas manos.
Una sola interrupción en los servidores de Amazon bastó para dejar fuera de línea buena parte del ecosistema digital global.

El suceso demuestra la dependencia estructural de servicios como AWS y plantea interrogantes sobre la resiliencia de la infraestructura en la nube.
La pregunta no es si volverá a pasar, sino cuándo y qué tan preparados estaremos para afrontarlo.

Conclusión

La caída de AWS de este lunes quedará registrada como uno de los episodios más críticos del año para la infraestructura digital global.
Si algo deja claro este evento, es que el Internet, aunque distribuido, sigue teniendo puntos únicos de falla.
Y cuando uno de ellos cae, el mundo entero lo siente.




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